Categoría: Micropensamientos

Los gigantes que quisieron derrotarte.

Vas dejando atrás todas las armas oxidadas que pelearon contra cada uno de esos gigantes que quisieron derrotarte y no pudieron.

Recuerdas, ahora, las heridas que hubo en cada una de tus cicatrices mientras crece la hierba sobre sus viejos huesos rotos, mientras asoman las nuevas hojas de esa flor que intentaron pisotear.

La primavera siempre llega para sacarnos del letargo, para abrirnos los ojos, para que el sol nos de allá donde un día dejamos que unos labios nos besaran.

Canciones que son historia.

Hay historias que nacen para ser convertidas en canciones.

Hay historias que son canción.

Hay amores que son historia, y canción, y muchas otras cosas.

Y el nuestro, da igual si era poema, historia, melodía, o sólo un pentagrama por escribir de principio a fin, un relato con el que deleitarse y dejarse llevar.

El nuestro, el amor digo, es una canción que ya es historia.

Espero que tú puedas seguir sin que te duela el alma del mismo modo que me duele a mí.

Mañanas.

Hay un lado de la cama que te echa de menos, y algunas partes de mi cuerpo.

Y luego estoy yo, que no he dejado de hacerlo.

Pero no me hagas caso, por las mañanas a duras penas sé qué digo.

Voy a tomarme un café sin esperarte.

Supongo que serán buenos días para alguien.

Sinceridad ante todo.

Sinceridad ante todo.

Puedo vivir sin ti pero ni me gusta ni quiero tener que hacerlo.

Y es que me gusta cuando ríes por algo que sólo tú entiendes.

Me gusta cuando te sonrojas por cómo te miro.

Sinceridad ante todo.

Y es que me gusta cuando haces como que algo te da igual pero en el fondo te importa.

Me gusta cuando cualquier cosa te saca de quicio.

Sinceridad ante todo.

Y es que me gusta que no lo tengas todo claro.

Me gusta cuando das un paso al frente y luego retrocedes.

Sinceridad ante todo.

Y es que te quiero.

Y eso, eso lo que más me gusta.

Sinceridad ante todo.

 

Calor.

A ver si este calor va a ser culpa de que estemos tan cerca.

A ver si este calor va a ser culpa de las ganas que te tengo.

O no.

Quizá es solo que llega el verano otra vez.

Y a las estaciones les sigue dando igual si nosotros nos queremos o es todo otra mentira más.