El mundo es un lugar hecho de enredos, nudos y entresijos; telarañas, jerseys de rayas, animales en peligro de extinción y ricos cada vez más ricos.
No entendemos nada de lo que sucede a nuestro alrededor, muchas veces tampoco queremos, o ni siquiera lo necesitamos para poder seguir andando con prisa, tropezando unos con otros sin mirarnos a la cara. Seguimos sin valorar los cinco minutos tumbados en el sofá después de comer, el poder tener un libro en nuestras manos, el saber que hay alguien escuchando nuestras palabras y que incluso le interesa cómo nos sentimos.
Si todo fuera más sencillo podríamos estar tumbados en la cama hasta la mitad de la mañana, y podríamos no preocuparnos por el dinero que nos queda en el banco a fin de mes.
Si todo fuera más sencillo podría contarle que sueño con ella a diario, y que a veces me despierto de golpe por temor a no volver a verla.
Si todo fuera más sencillo dejaría de callarme de una vez, me atrevería a contarlo todo, sería capaz de borrar las nubes negras, la inseguridad y la estupidez de mi cabeza.
Si todo fuera más sencillo podría despertar siempre a su lado, llenarla de besos, borrarle los miedos.
Pero vengo del futuro.
Y aunque ahora parezca lo contrario, todo acaba saliendo bien.
Sin trucos, sin trampas, sin daños.
Lo prometo.
Increïble pero cierto, me encantan tus textos.
¡Muchas gracias! Espero que los sigas disfrutando.