¿No os pasa que siempre son otros los que saben explicar cómo os sentís exactamente? Es frustrante pensar que hay alguien que sabe definir cómo te sientes con palabras mucho mejores y más adecuadas que tú mismo. Al menos para mí, que intento siempre poner en orden mis ideas y sentimientos delante del papel para intentar reconocerme.
Hace tiempo que los reflejos que encuentro en las ventanas no me devuelven la realidad de cómo me siento. Digamos que estoy más destrozado por dentro que por fuera, digamos que después de tanta tragedia y terremotos me he convertido en una fachada que resiste a la caída aunque esté lleno de escombros en los que ya no queda nadie con vida. Soy un muro lleno de grietas a punto de caer y derrumbarme.
Todo duele ya tanto que no sabes cuál es el paso que debes dar ahora, ¿verdad?
Todo parece mentira y tratamos de mantener el equilibrio sobre una pista de hielo.
Es a posteriori cuando lamentamos algunas decisiones, cuando nos tenemos que reprochar haber actuado a sabiendas de que todo acabaría mal.
De algunas cosas he llegado a arrepentirme, de darte la mano cuando me lo has pedido nunca.
Da miedo que te quieran cuando no te has sentido querido de verdad antes, cuando el amor suena tan abstracto que no sabes que puede ser algo tangible, cuando de pronto puedes parar el mundo tan sólo cogiendo a la otra persona de la mano.
Da miedo ver que los pájaros alzan el vuelo y nosotros vamos a llegar tarde a nuestra propia fiesta.
Da miedo ver que los sábados se nos van a acabar, mi vida.
Lo único que tengo claro es que eres y siempre serás mi refugio, aunque ya no haya bombas de las que esconderse, aunque ya no haya balas que quieran hacer diana y desangrarme, aunque tus labios ya no tengan ganas de rozar los míos antes de cerrar los ojos una noche cualquiera.
Tú.
[Y yo qué sé, que quiero verte.
Y besarte aunque sea sólo un poco.
Y quitarte la ropa si me dejas.
Y mirar al techo en silencio cuando te hayas quedado dormida,
porque siempre te quedas dormida antes que yo.]
¡Wow! Qué bonito.
Me encanta abrir tus entradas porque sé que siempre encontraré algo por el cual quedarme.
Un abrazo por ese sentimiento.
Muchísimas gracias por seguirme tan de cerca. Un fuerte abrazo.
Eres una maravilla. Nada parecido a la mierda que hoy en día llaman literatura. Sigue así.
Muchas gracias por leerme y comentar. Un abrazo.