Ella es guapa sin necesitar de nada ni nadie. La ves así, con la silueta perfectamente recortada al contraluz de la ventana mientras tú todavía estás abriendo los ojos y te cuesta dejar a Morfeo entre las sábanas y es imposible no sentir esa electricidad recorriéndote la piel, deshaciéndote un poco. Es imposible no creer que te marchitas un poco cuando hace tiempo que está lejos.
Tiene esa magia que hace que sabiéndola de memoria no te canses de ella, tiene ese pequeño y extraordinario don para hacer de todo una novedad aunque sea el pan de cada día. Todos nos encontramos con alguien así en nuestras vidas, que llega sin avisar y nos deja en la oscuridad durante un tiempo, y después nos devuelve a la luz, al camino, a seguir con más ganas de las que nunca antes habíamos sentido.
Todos tenemos nuestro propio eclipse vital.
Ella es esa clase de personas que te da un abrazo largo y te hace recuperar la fe, y hace que el mundo de un segundo al siguiente parezca un lugar en el que merece la pena vivir, aunque sólo sea un espejismo que no cambia nada.
Ella es esa clase de personas que hace que hasta el silencio suene mejor y te gusten casi todas las canciones, y no quieras dejar de luchar.
La pena es que necesitemos siempre a alguien que nos haga ver la realidad como la deberíamos ver sin ayuda, la pena es no ser capaces de darnos cuenta de las cosas por nosotros mismos.
La pena es que nos han enseñado que estar solo es triste y que necesitamos a alguien a nuestro lado, y nos han obligado a estar en una relación simplemente por convención social, porque hay que seguir al rebaño y hacer lo que todo el mundo hace.
Y ya está bien.
Creo que podemos quitarnos de la cabeza toda esa sarta de mentiras y ser felices a nuestra manera, sin intentar contentar a nadie. Sin vernos atados por correas que nos acaban haciendo herida en las muñecas y en los tobillos, y en el cuello, y nos acaban asfixiando.
Creo que podemos dejar de buscar tantos problemas y buscar solamente soluciones.
Creo que, sinceramente, podrías quedarte a dormir todas las noches.