Stand by.

Tienes tantos dramas en la mirada que mantienes en silencio, tantos abismos de los que no voy a poder salvarte. Eres por dentro como un laberinto con Minotauro incluido y no sé si voy a llegar a cogerte de la mano para que podamos salir de ahí.

Tengo miedo de no ser la mitad de valiente de lo que debería. El temblor de voz, de manos, de ideas enterradas en cal viva vienen siempre conmigo.

Quiero, y de verdad que detendría cualquier bala que llevara tu nombre.

Ahora somos dos almas perdidas de bajo calibre que se rozaron por pura coincidencia, casi sin querer, después del primer trago.

Y yo, si pienso bien, soy eso que menos necesitas.

Miramos siempre lo largo que es el camino sin ver si es estrecho o lo suficientemente ancho para los dos. Pensamos siempre en la trayectoria futura sin caer en el presente, y se nos forma una sonrisa idiota, y hay escarcha en nuestras risas si recordamos el invierno.

El reloj en el congelador, y el mes de Mayo vivo y muerto al mismo tiempo, desafiando a cualquier ley.

Aire, nos falta tanto aire y besos.

Y manos, nos falta darnos la mano entre tanto silencio venido de lejos.

Parece que aún hay luz, que la noche ha decidido esperar y seguir nuestros pasos, inquieta, porque todavía quedan movimientos pendientes.

Ahora mismo no sé si el Universo quiere apagarnos las ganas o darnos más alas. Nunca fui tan ambicioso, y eso sí es culpa tuya, voy a quitarme la carga por un segundo.

Que ya sé de sobra todo lo que hago mal, que no debería, que se me va de las manos, que cuento hasta diez.

Y cuando estoy a punto de cerrar los ojos viene Extremoduro a decirme que coja la botella y pase las noches en vela.

Siempre en estado de espera.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s