Los ojos.
Dicen que los ojos nunca mienten y yo he visto en su mirada todo lo que siempre quise encontrar.
Es como esas veces que te miras al espejo y estás tranquilo contigo mismo, es como esos días que abres la ventana y un viento tibio te da alegremente en la cara y te despierta. Paz, calma y una sensación de que nada malo puede pasar si sus pupilas se clavan sobre las tuyas.
En sus ojos he visto barcos arriando velas y mares chocando contra acantilados ásperos, en sus ojos he visto lluvia de mayo y canciones todavía por escribir. He visto otoños eternos e inviernos gélidos, veranos en los que tan sólo te puedes derretir y primaveras que siguen sin querer llegar hasta aquí.
En sus ojos he visto tantas cosas que ni siquiera soy capaz de enumerarlas todas porque para qué seguir escribiendo pudiendo sentir.