Había dejado las ventanas abiertas. No le tengo miedo a la lluvia, ni a los días de tormenta. Siempre me gustaron, desde bien pequeño, desde que subía al ático y cubría con una manta para ver cómo caía la lluvia contra la ventana y los relámpagos se dibujaban en el cielo oscuro. Sentado con un cigarro en la mano y el paquete casi a punto de acabarse tirado sobre la mesa del café, con una camiseta blanca de manga corta y los vaqueros desgastados. Llevaba horas lloviendo sin parar, y lo único que había hecho había sido poner el tocadiscos y escuchar a Duke Ellington embriagarme a su manera, junto a una botella de whisky recién abierta. Cerré los ojos un momento, sintiendo las notas del piano acariciarme hasta la nuca. Siempre digo que hay melodías y acordes que llegan mucho más que las palabras, y es por eso que la música es el lenguaje más universal.
No hacía falta más acompañamiento para acordarme de ella, girar la vista y ver la cama deshecha que asomaba por la puerta abierta para saber que otra noche más dormiría solo. Se fue, me dejó de lado, se olvidó de mí, y entonces te das cuenta de que ya no eres nadie. De que los recuerdos son lo importante y de que si eso deja de existir ya no habrá más. Sin memoria no hemos vivido. Hacía meses que había perdido sus besos, los abrazos reconfortantes al final del día, las sonrisas al abrir la puerta y dejar la chaqueta en el perchero de la entrada. Todo había desaparecido, hasta yo mismo. Hubiera deseado ser otra gota de lluvia para perderme con todas ellas y estrellarme contra el suelo con toda la fuerza de la gravedad a mi favor.
La melancolía es una mala enfermedad, una de esas que cuando estás agonizando hace que tengas ganas de coger el revólver que tienes guardado en el primer cajón de la mesita de noche y meterte un tiro tras sentir el frío metal en contacto con la sien. Volarte los sesos, literalmente. Cualquier cosa con tal de no recordar lo que ella ya ha olvidado. Cualquier cosa con tal de no seguir bebiendo y fumando mientras un piano al son de la lluvia te hace ver todos tus errores.