Perderse en calles desconocidas, en palabras ajenas, en noches cerradas de luna llena.
Perderse en libros viejos, en tazas rotas, en pensamientos oscuros de corazones pasajeros.
Perderse en labios rojos, en ojos azules, en paisajes eternos, en cafés solos, en lápices sin punta, en páginas de otros, en risas claras, en letras de canciones, en motores que rugen, en alas caídas, en escaleras infinitas.
Perderse, de muchas formas, con muchas cosas, como sea.
Perderse, pero contigo.